ORIGEN Y PROCEDENCIA
Esta planta de interior originaria de África es muy resistente y poco exigente. Esto, unido a su porte atípico y moderno, hace que se convierta en una planta de interior indispensable para cualquier hogar.
Sus hojas están compuestas por un tallo grueso y foliolos redondos relativamente gruesos de color verde oscuro con un característico brillo. Sus raíces también son gruesas y tanto las raíces como las hojas actúan como órganos de reserva de agua.
CUIDADOS
La Zamioculca es una planta de interior muy resistente y poco exigente. Desde Viverium, os mostramos todos sus cuidados y curiosidades.
LUZ
Las zamioculcas no son muy exigentes en cuanto a la luz y crecen bien incluso en aquellos lugares donde no hay mucha luz natural, pero con suficiente suplemento de luz artificial.
Sin embargo, para potenciar un correcto desarrollo, agradece una posición luminosa pero sin incidencia del sol directo. De esta forma, conseguiremos que los nuevos brotes sean compactos y de color verde oscuro.
RIEGO
Los riegos han de ser moderados, dejando secar la tierra entre riego y riego. Durante el invierno es importante reducir los riegos y, al inicio de la primavera, añadiremos abono líquido mensualmente al agua del riego. Tolera perfectamente los ambientes secos, por lo que no requiere pulverizaciones de follaje.
PODA
Para poder cumplir con esta tarea, tenemos que quitar todo el follaje que tenga un aspecto ennegrecido, amarillento y que este seco. Con esto lograremos que nuestra planta tenga nuevamente esa apariencia llamativa y vivaz, además es necesario que cortemos todas las ramas que ya estén secas.
SUELO
La zamioculca crea un sistema de raíces muy voluminosos y, si la planta está a gusto, enseguida satura el volumen de tierra disponible en el tiesto. Por esta razón, cada dos años será necesario trasplantarla a un tiesto de mayor tamaño, lo que incidirá directamente en un mejor desarrollo de la planta.
- Curiosidades: Las Zamioculcas tienen un gran poder para limpiar las partículas del aire, tales como el tolueno y el xileno, presentes en limpiadores químicos y barnices de muebles caseros. Pero cuidado, sus hojas contienen cierta toxicidad. No son aptas para mascotas.
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